Conquista de la Sierra tiene valores que les hace perennes en la historia; es una de tantas pequeñas poblaciones que salpican Extremadura. En la Tierra de Trujillo, pero en la ribera del Guadiana; entre la sierras que nos adentran en Garciaz y en la carretera que se dirige a Guadalupe. Y en el fondo, siempre presente, un tiempo de encuentro con el hermano americano. El término municipal ocupa una estrecha franja que le limita por la altas cumbres de la Sierra de Garciaz al norte y dos arroyos: el Peral al este y el río Alcollarín en el oeste y en el sur. El paso de las estaciones cambia el fondo verde por el amarillo en verano, como en toda Extremadura, la explosión primaveral es espectacular en la montaña, pero sobre todo en las tierras más bajas, donde la biodiversidad es extraordinaria.